¿Bazar o mercado?
Por Mariana Godinez Sosa
El ex Bazar Artesanal Mexicano, (ahora Mercado Artesanal Mexicano) del centro de Coyoacán tiene una gran historia, ya que antes del inolvidable año del 68 se ubicaba a un costado de la parroquia San Juan Bautista, y posteriormente fue establecido en la calle Felipe Carrillo Puerto número 25, donde ha desbordado arte por 50 años y contando.

Foto: Defecito. (2009). Bazar Artesanal Mexicano de Coyoacán. Recuperado de http://defecito.com/2009/11/21/bazar-artesanal-mexicano-de-coyoacan/.

Al ingresar al patio se puede apreciar al instante una explosión de colores, pues los macetones tienen decenas de pequeños juguetes acomodados en la tierra, que sin duda te hacen recordar momentos de juego en la infancia. De las paredes cuelgan filas de lámparas de papel, decorando la vista del cielo, mientras se camina escuchando música que le da más alma al lugar, y si quieres sentarte a apreciar la colorida escena, puedes hacerlo en las bancas pintadas con distintos estilos.
Cuando te sumerges entre los puestos encuentras innumerables artesanías que en efecto, son muy mexicanas, como juguetes tradicionales tallados en madera, imanes para refri y ropa bordada, además hallarás collares, pulseras y aretes igualmente trabajados en madera o en resina natural y artificial, bolsos, artículos de higiene personal como jabones, cepillos y lociones, dibujos, retratos, pinturas, artesanía miniatura, calzado, monederos, en fin, un largo etcétera de artículos distribuidos en más de 200 puestos, en algunos incluso podrás observar a los artistas manos a la obra.
Sin embargo, teniendo en cuenta que Coyoacán es un lugar turístico, el bazar ofrece muchos artículos con la imagen de la pintora mexicana Frida Kahlo, así como también artesanías que nos se acostumbran a ver cualquier día del año, y esto es evidente en las innumerables piezas emblemáticas del día de muertos, como las calaveritas de barro pintadas con diseños de talavera encontradas en todas partes y por supuesto papel picado, este incluso es hallado con diseños de charrería, Frida Kahlo y para toda ocasión. Pero ten cuidado con sólo ir en plan de turista, ya que algunos puestos cobran por fotografía, es mejor apoyar comprando bellos artículos que son desde la raíz.
Un tipo de puesto que abunda y resalta por el contraste de colores opacos entre muchos otros coloridos, son los que ofrecen tatuajes y perforaciones, que desde luego, son también una forma de expresión artística, cada vez más aceptada a nivel social.
Un bazar que persiste
Ahora bien, desde un principio la palabra mercado en la entrada fue objeto de mi atención y curiosidad, pues era sabido que también se le conocía como bazar, así que entrevisté a algunos vendedores y pude saber la razón de ese cambio de nombre. Hay que mencionar que los entrevistados respondieron amablemente y con un interés evidente por difundir la verdad.
En el año 2012, los artesanos fueron desalojados del establecimiento por la delegación (ahora alcaldías) a causa del cambio de nombre, con el que pasarían de ser un bazar a un mercado, esto a primera vista no es nada grave, pero de acuerdo con el vendedor Beto, “Es mejor ser bazar que mercado, porque [al ser mercado] la delegación puede detenernos o quitarnos en cualquier momento”.
Sin duda es un tema inquietante para los miembros del establecimiento, porque es una forma en la que pueden ser manipulados, y tener menos ingresos por pagar más que sólo un mantenimiento, además no hay que perder de vista que el bazar lleva más de 50 años de actividad, lo que significa que hay puestos que han sido manejados por generaciones familiares.
No obstante, los vendedores se siguen identificando con la palabra bazar, que les da independización y una postura ante el intento de “burocratización”, como lo llamó Santiago, un joven vendedor, conocedor y consciente tanto de la historia del lugar como de la situación que actualmente enfrenta.
Ha sido un intento más del gobierno por obtener ingresos a base de impuestos, que esta vez puede significar la extinción de un espacio dedicado a la artesanía mexicana; tal vez la desaparición de ese bazar es el objetivo, tal vez sólo se trata de intereses económicos, pero lo que es seguro es el ánimo que los vendedores presentan, el buen trato con el cliente y la defensa que mantienen por aquello que tanto han trabajado, y la Revista Cachivache estará atenta.

